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Orar es... pedir con fe para recibir de Dios
LEE
Marcos 11:24 NVI Crean que ya han recibido todo lo que estén
pidiendo en oración, y lo obtendrán.
Orar es… pedir con fe, para recibir de Dios.
Toda petición a Dios debe pasar por la oración, e ir cargada
de una gran dosis de fe para obtener lo pedido.
ORA
- Buenos días (tardes
o noches) Padre, Hijo y Espíritu Santo, gracias por este día que me permites
vivir.
- Tu eres Dios
maravilloso y amorosos, eres Dios confiable porque cumples tus promesas.
- Gracias porque me invitas a pedirte, como un hijo pide con
confianza a su padre. Muchas veces no
recibo de ti porque no te pido en oración o no creo realmente que lo recibiré.
Te pido:
- Ayuda para
tener fe en todo lo que te pida en oración y tener la confianza que a su tiempo
tu me lo darás.
-Que considere y
medite en lo que estoy pidiendo para no ser egoísta o ir en contra de tu
voluntad.
- Me ayudes a
satisfacer cada una de mis necesidades materiales, emocionales y
espirituales (menciona cada necesidad)
- Perdona mis
faltas y errores, que pueda encontrar en Jesús una nueva oportunidad de vida y
tener a mi favor la promesa de provisión abundante.
- Que mi familia
pueda ser un reflejo de lo que tu deseas, llena de unidad y amor, y que cada
uno pueda conocerte así como yo te estoy conociendo y puedan experimentar tu
amor y perdón.
- Intercedo por
toda la generación de jóvenes y adolescentes, que puedan encontrar en ti a la
fuente de toda bendición, que los alejes del pecado y la maldad, que sean
útiles para tus propósitos.
- Libera mi
ciudad y país de la maldad, violencia, ignorancia, pobreza y pecado.
- Ahora, por favor habla a mi mente y corazón para saber tu
voluntad y propósito…. (quédate unos minutos en silencio)
Gracias Dios porque se que si creo y espero en ti, obtendré
más temprano que tarde, todo lo que en oración he pedido, en el nombre de
Jesús, Amén.
Pastor Byron Sales Curiel
Evangelio de Hoy Miércoles de Ceniza según la Santa Biblia
“Volved a mí de todo
corazón” (Jl 2,12)
Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna
recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando
delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para
ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que
hace la derecha,
Para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en
lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para
ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra
la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los
hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro
que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu
rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por
tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
El poder de La Unción que Necesito
A Dios le gusta saber que nosotros nos alimentamos de su
palabra y espera que se lo demostremos cuando hablamos con El en oración.
La mejor manera de pedir una unción es relacionarla con
algún personaje bíblico que la haya alcanzado y usado.
En la biblia hay muchos pero yo les voy a nombrar los que
uso.
Para Sabiduría: Señor dame sabiduría o un corazón entendido,
así como hiciste con Salomón y permite que la use en el propósito que tienes
conmigo.
Para Valentía: Señor dame valentía, así como hiciste con
David cuando se enfrentó a Goliat y lo derribó.
Para Profetizar: Señor dame la unción de Elías para poder
profetizar.
Para Organizarse: Señor dame la unción de Nehemías cuando
planificó el viaje a Jericó por 52 días, para organizarme mejor.
Para Cambiar Maldiciones por Bendiciones: Señor dame la
unción de Eliseo cuando quitó la maldición que Josué había echado sobre las
aguas de Jericó para poder cambiar Maldiciones por Bendiciones.
Para despertar el liderazgo que hay en ti: Señor despierta
mi liderazgo así como hiciste con Gedeón cuando estaba escondiéndose de los
Madianitas.
Para ser un líder en potencia: Señor dame la unción para ser
un líder en potencia, así como hiciste con Moisés cuando guió al pueblo de
Israel por el desierto.
Para administrar el tiempo: Señor ayúdame a administrar el
tiempo así como hiciste con Josué cuando detuvo un día completo para ganar la
guerra.
Para poder discernir: Señor dame discernimiento espiritual
así como hiciste con la mujer Sunamita cuando reconoció al profeta Eliseo, al
cual enviaste.
Para tener Perseverancia: Señor dame la unción de Pablo para
así poder hacer tu voluntad en las buenas y en las malas.
Para interpretar los sueños: Señor dame esa unción que
distes a Daniel para poder interpretar los sueños que tenga.
Para amar: Señor dame de ese amor que tenía tu hijo Jesús
para poderlo dar yo también.
Para tener autoridad: Señor dame de esa autoridad que tenía
tu hijo Jesús para poder defender mí puesto en la tierra como hijo tuyo
también.
Para hacer la Voluntad de Dios: Señor dótame de todo poder
necesario para hacer tu voluntad.
Para ser amigo de Dios: Señor permíteme ser tu amigo así
como lo fuiste de Abraham. fuente,oraciones cristianas
Oraciones y Afirmaciones que debes hacer en familia por la Mañana
Hola a todos mis seguidores y nuevos visitantes, los bendigo
grandemente y les deseo un día tan feliz, que nunca lo olviden.
Hoy quiero compartir con ustedes unas oraciones y
afirmaciones que he hecho con mi hija por varios años y que han sido de gran
bendición para nosotros, manteniéndonos unidos.
Querido Padre Celestial, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, te doy las gracias por construir un mejor día para mí y por hacerme
ver que los mejores días de mi vida ya comenzaron.
Querido Espíritu Santo te doy los buenos Días, te pido que
me acompañes, que mores en mí hoy, que me llenes de tu presencia y que me
ayudes a recordar todo lo que he estudiado y aprendido, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, Amén.
Yo declaro, afirmo y profetizo lo siguiente:
Voy a ser cada día mejor con mi mamá, con mi papá y conmigo
misma.
En la ley de Jehová está mi delicia y en su ley medito de
Día y de noche. Seré como árbol plantado junto a Corrientes que dan fruto a su
tiempo y su hoja no cae y todo lo que haga prosperará.
Este día va a ser exitoso y maravilloso para mí, y que la
mano de Dios, su presencia y su poder y su gracia están sobre mí hoy.
Soy portador de la gloria de Dios.
Voy a ser 10 veces mejor como Daniel.
La sangre de Jesús tiene poder sobre mi vida.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, te doy las
gracias por todo lo que haces por mi cada día y por darle vida a mi oración, en
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Espero que este conocimiento traiga resultados sobrenaturales
en sus vidas como lo hizo con nosotros y recuerden recomendar para que se
multiplique la bendición.
Oración Cristiana para pedir y obtener un Milagro Poderoso
Si es sobre
salud, recuerda a los ciegos que Jesús sanó con el poder de Dios. Entonces
pedimos así: Padre, en el nombre de Jesucristo, pedimos sanidad en x parte de
mi cuero. Yo creo que así como sanaste al ciego Bartimeo (Marcos 10:45-52), y
logró ver, yo también quiero sanidad en x parte de mi cuerpo. Padre, en el
nombre de Jesucristo, te doy las gracias porque se que voy a obtener mi
milagro, te doy gloria y honra, Amén.
Si es por cosas
materiales o dinero: tenemos el ejemplo de la pesca milagrosa que trajo
beneficios a Pedro y su familia. Padre, en el nombre de Jesucristo, ayúdame a
prosperar y lograr hacer negocios que produzcan resultados tan milagrosos como
la pesca de Pedro (Lucas 5:5-8) en el nombre de Jesús. Gracias padre, porque tu
bendición viene pronto y seguro, en el nombre de Jesús, Amén.
Si necesitas sabiduría: tenemos el ejemplo del Rey Salomón,
antes de gobernar, pidió a Dios sabiduría para poder hacer su trabajo (1reyes
3:3-14), y obtuvo la sabiduría más grande del mundo. Padre, en el nombre de
Jesucristo, amén.
Si necesitas
protección: tenemos el caso del profeta Eliseo que el ejército Sirio lo quería
matar, pero Eliseo le pide a Dios que abra los ojos espirituales a su criado
para que se dé cuenta que no están solos. Padre, en el nombre de Jesucristo,
pido a ti seguridad así como se la distes al profeta Eliseo cuando fue buscado
por el ejército Sirio; te ruego que abras los ojos espirituales de cualquier
persona que venga contra mí y les haga ver que no estoy solo porque Tú estás
conmigo; y si Tú estás conmigo, ¿quién contra mí?. Amén.
"¿Cómo puede ser esto?" (Juan 3:9). La regeneración en el orden de la Salvación
De acuerdo con las Santas Escrituras cada persona que viene
a la fe cristiana tiene la experiencia del nuevo nacimiento como paso inicial
dentro del reino de Dios. No existe un cristiano que no haya nacido de nuevo.
Esta bendita obra del Espíritu Santo es también un testimonio fehaciente de la
elección soberana según el eterno consejo de Dios.
En términos teológicos, el nuevo nacimiento es conocido como
regeneración. Jesús dijo -en una oración condicional- que el que no nace de
nuevo no puede ver ni entrar en el reino de Dios (Juan 3:3,5). Esto significa
que a menos que el Espíritu de Dios regenere a una persona, ésta se halla
imposibilitada para ser redimida: no puede forzar su nuevo nacimiento pues le
resulta inalcanzable la regeneración mediante sus propias fuerzas.
"¿Cómo puede ser esto?" (Juan 3:9)- cuestionó
Nicodemo. Esta misma pregunta se la hacen hoy muchas personas que confían en sí
mismas para alcanzar un "mejor estado espiritual", para "lograr
la iluminación" o para entender la fe cristiana salvaguardando su libre
albedrío. Para gente que confía en la Nueva Era esta obra de gracia del
Espíritu Santo es demasiado buena para ser verdad; esto es porque consideran
que uno mismo debe hallar dentro de sí su propia luz y su propio camino. Pero
también dentro de la fe cristiana hay quienes explican que el nuevo nacimiento
o regeneración en realidad es una obra conjunta entre Dios y el hombre.
Los teólogos y pastores con tendencias arminianas enseñan
que la regeneración le sigue a la justificación, y que simplemente se trata de
una "obra de limpieza" de nuestro ser; dicen que ocurre
simultáneamente a nuestra justificación y adopción, por lo que yo pecador,
cuando me arrepiento en mi libre voluntad bajo las "influencias de la
gracia previniente", y pido perdón al Señor, Él me justifica y después
regenera mi corazón. Pero eso no es lo que dice la Palabra de Dios. La
regeneración es el nuevo nacimiento que nos permite ver, tener fe y
arrepentidos recibir la justificación para poder entrar en el reino de Dios. Si
la regeneración no ocurre no podemos ser justificados porque permanecemos
ciegos y muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:5). Esto es lo mismo
tanto si leemos el texto bíblico en español, en griego o en latín.
El orden de la salvación debe estudiarse concomitantemente
con la soberanía de Dios. De esta manera, las Santas Escrituras resultan claras
y específicas: primero somos regenerados por la gracia de Dios; segundo,
recibimos el regalo de la fe mediante la cual somos justificados; tercero, iniciamos
en el proceso de la santificación gradual que dura toda la vida; y cuarto, una
vez que dejamos de existir en esta tierra somos glorificados en el cielo junto
a nuestro Señor. Si se puede notar, en todas las partes de la salvación Dios es
enteramente soberano. Aún en nuestra santificación sigue siendo soberano en el
entendido de que Él nos aparta para sí como pueblo suyo y nos santifica en su
verdad (Juan 17:17).
"¿Cómo puede ser esto?". Jesús contestó a
Nicodemo: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?"
(Juan 3:10). En toda la experiencia de nuestras vidas como cristianos, desde el
principio, podemos asegurar con el apóstol que fuímos "elegidos según el
previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para
obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre" (1 Pedro 1:2).
semillabiblica.com
Ubicación:
Managua, Nicaragua
ALO… comunicación directa con Dios.
A: adora
L: lee
O: ora
ADORA
LEE
Jeremías 33:3 NVI
Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas
que tú no sabes.
Orar es… Encontrar respuesta en Dios
Clamar a Dios en oración te permite encontrar respuestas
ante el temor de lo desconocido, y descubrir cosas nuevas y ocultas.
ORA
- Buenos días (tardes) Padre, Hijo y Espíritu Santo. Gracias por el regalo de la vida.
- Declaro que tu eres santo,majestuoso y omnisciente, lento para la ira y grande en misericordia,
eso mi alma lo sabe bien.
- Reconozco que en mi vida enfronto situaciones que me
atemorizan, y al no saber me abruman.
Te pido:
- Des respuesta a
algunas dudas que tengo ante lo desconocido, porque tu lo sabes todo.
- Por favor
quita el temor que hay en mi mente y
corazón.
- Hazme entender
todo aquello que no comprendo y muéstrame cosas grandes y ocultas que
desconozco.
- Suple todas mis
necesidades (dile a Dios cada una de ellas)
- Perdona mis
pecados y mis errores y con tu sabiduría y dirección hazme una mejor persona
cada día.
- Intercedo por
mi familia para que te conozcan cada uno de ellos, como Salvador y Señor de sus
vida, donde reine tu presencia y amor.
- Permite que
cada joven y adolescente pueda conocerte y experimentar tu perdón y amor.
- Libra mi ciudad
y país de la maldad, violencia, ignorancia, pobreza y pecado.
- Ahora, por favor habla a mi mente y corazón para saber tu
voluntad y propósito…. (quédate unos minutos en silencio)
Gracias Dios dar paz a mi corazón y por todas las cosas que
tu estás haciendo y harás, en el nombre de Jesús, Amén.
Pastor Byron Sales Curiel
Evangelio según San Lucas 2,22-40. según la santa Biblia
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la
purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,
Como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será
consagrado al Señor.
También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de
pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que
era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba
en él
Y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías
del Señor.
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los
padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la
Ley,
Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
"Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en
paz, como lo has prometido,
Porque mis ojos han visto la salvación
Que preparaste delante de todos los pueblos:
Luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu
pueblo Israel".
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir
de él.
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre:
"Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será
signo de contradicción,
Y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se
manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos".
Estaba también allí una profetisa llamada Ana, hija de Manuel,
de la familia de Asar, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud,
había vivido siete años con su marido.
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y
cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos
y oraciones.
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a
Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de
Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor,
volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y
la gracia de Dios estaba con él.
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