Estas en una relación con ese chico/chica que te vuelve
loco/a y hace que tus hormonas hagan que tu cuerpo sienta cosas y llegas al
punto de perder la razón?
Bueno, ni si quiera las parejas cristianas se salvan de caer
en la inmoralidad sexual. Esto es cuando tratas de buscar placer con esa
persona y dejas que tus emociones y sentimientos te dominen.
Algo muy importante que debemos saber y no se nos debe
olvidar es que nuestro cuerpo es de Dios y debemos honrar a Dios no solo con
nuestras acciones pero también con nuestro cuerpo.
Se que se podría escribir muchas cosas al respecto sobre la
inmoralidad sexual pero no hay nada mejor que recibir palabra desde la Biblia.
1 de Corintios 6:12-20 NVI
Todo me está permitido,
pero no todo es para mi bien. Todo me está permitido, pero no dejaré que nada
me domine. Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos;
así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad
sexual sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Con su poder Dios
resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros. ¿No saben que sus
cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para
unirlos con una prostituta? ¡Jamás! ¿No saben que el que se une a una
prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: Los dos
llegarán a ser un solo cuerpo. Pero el que se une al Señor se hace uno con él
en espíritu. Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una
persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades
sexuales peca contra su propio cuerpo.
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está
en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios
dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
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