La mayor
parte de la gente que conozco y que está llena de incredulidad, se llama a sí
misma realista. Es una evaluación
sincera, pero no un motivo de orgullo.
Esa clase de realistas creen más en lo visible que en lo que no pueden
ver. En otras palabras, creen que el
mundo material domina al espiritual.
El
materialismo es considerado simplemente como la acumulación de bienes, pero,
aunque incluye tal característica, es mucho más que eso. Puedo no tener nada, y aún así, ser materialista. Puedo no carecer nada y ser materialista,
porque el materialismo es fe en lo que lo natural es la realidad superior.
Somos una
sociedad sensual, con una cultura moldeada por lo que perciben los
sentidos. Estamos entrenados para creer
solo que vemos. La fe verdadera no es
vivir negando el ámbito natural. Si el
médico dice que usted tiene un tumo, es tondo actuar como si no lo tuviera. Eso no es fe.
Pero la fe está fundada en una realidad que supera ese tumor. Yo puedo reconocer la existencia de un tumor
y aún así, tener fe en la provisión de las llagas de Cristo para mi sanidad…
Fui sanado por esa provisión hace ya 2000 años.
Es un resultado del reino de los cielos;
una realidad superior. No hay
tumores en el cielo, y la fe trae esa realidad a ésta.
Querría
satanás infligir cáncer en el cielo? Sin duda.
Pero no tiene dominio allí. Solo
tiene dominio aquí cuando y donde el hombre lo ha aceptado.
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